La voz es un instrumento de música como cualquier otro y todo se aprende: cualquier estética de cualquier estilo de música, la afinación, la potencia de la voz, el acceso a tus notas altas según tu tesitura, el no hacerte daño al cantar a pesar de que estés en temporada alta de conciertos e incluso la preparación psicológica para eliminar el miedo escénico. No existen las voces estéticamente feas, si no resonancias mal usadas de las cuales no se tiene consciencia que se están usando. Lo único que te pide la voz, al igual que cualquier otro instrumento de música, es trabajo y regularidad. Una regularidad que debemos de acordar con un plan individual, según el tiempo que le puedas dedicar a lo largo de la semana y según tus objetivos y necesidades, ya seas amateur o profesional. Plaza privada del aparcamiento en el garaje del edificio a vuestra disposición. (Sólo trabajo con adultos).